lunes, 21 de febrero de 2011

CUIDADO DE LA PIEL


El mantenimiento de la integridad de la piel forma
parte de los cuidados básicos de los pacientes. Las
úlceras por presión (UPP) constituyen una alteración
frecuente de dicha necesidad básica. Se ha estimado
que las UPP podrían haberse prevenido en
un 95% de los pacientes en los que aparecen, por
tanto, dependen en gran medida de la calidad de los
cuidados que se presten. Por eso, la prevención de
lesiones dérmicas, sobre todo de las UPP, se utiliza
como indicador de la calidad de los cuidados de
enfermería. Las UPP deben considerarse una patología
yatrogénica; al ser fruto de una inadecuada
práctica profesional en muchas ocasiones, probablemente
tiendan a enmascararse. Los pacientes en
estado crítico son particularmente vulnerables al
desarrollo de UPP, aunque éstas, a la luz de los
conocimientos y de los recursos existentes, no
deberían considerarse consecuencia directa de la
estancia en el hospital, sino problemas evitables.

NUTRICIÓN Y EDUCACIÓN

Nutrición
Es muy importante garantizar una dieta equilibrada,
ajustada a los requerimientos energéticos y a la
situación fisiopatológica en que se encuentre el
paciente para aportar una cantidad adecuada de
todos los nutrientes necesarios con el fin de mantener
la integridad cutánea. Si existe malnutrición, la
dieta debe establecerse a partir de un plan de soporte
nutricional (aumentar la ingesta de proteínas,
calorías, vitamina C y zinc) (certeza C). Se han
comercializado productos nutricionales que cumplen
estos requisitos para la prevención. El aporte
hídrico óptimo a estos pacientes tiene que asegurarse
mediante una ingesta diaria mínima de 1,5 a 2
litros de líquidos. Si la ingesta alimenticia es inadecuada,
habrá que considerar la utilización de alimentación
enteral o parenteral (certeza C).
Educación
En la prevención de las UPP constituye un aspecto
importante el desarrollo de programas de educación
estructurados, sistemáticos y adaptados a las características
del paciente y de sus cuidadores.Así, se implicará
a éste y a su familia en todo el proceso (certeza
A). Estos programas educativos deben planificarse,
realizarse y evaluarse teniendo en cuenta los principios
didácticos de educación de adultos (certeza C).
Han de contemplar la dimensión interdisciplinar y
facilitar la continuidad de los cuidados de los pacientes
en sus tránsitos dentro de las instituciones de
salud, así como en los diferentes niveles asistenciales.

ESTADO MENTAL DEL PACIENTE

0. Orientado: paciente orientado y consciente.
1. Desorientado, apático o pasivo: apático, pasivo o
desorientado en el tiempo y en el espacio (capaz
de responder a órdenes sencillas).
2. Letárgico o hipercinético: letárgico (no responde
órdenes) o hipercinético por agresividad o irritabilidad.
3. Comatoso: inconsciente. No responde a ningún
estímulo. Puede ser un paciente sedado.
Humedad r/c incontinencia
0. No: tiene control de esfínteres o lleva sonda vesical
permanente o no tiene control de esfínter
anal pero no ha defecado en 24 horas.
1. Urinaria o fecal ocasional: tiene incontinencia
urinaria o fecal ocasional, o lleva colector urinario,
o cateterismo intermitente o tratamiento evacuador
controlado.
2. Urinaria o fecal habitual: tiene incontinencia
urinaria o fecal o tratamiento evacuador no controlado.
3. Urinaria y fecal: tiene ambas incontinencias o
incontinencia fecal con deposiciones diarreicas
frecuentes.
Movilidad
0. Completa: autonomía completa para cambiar de
posición en la cama o en la silla.
1. Ligeramente limitada: puede necesitar ayuda
para cambiar de posición o reposo absoluto por
prescripción médica.
2. Limitación importante: siempre necesita ayuda
para cambiar de posición.
3. Inmóvil: no se mueve en la cama ni en la silla.
Nutrición
0. Correcta: toma la dieta completa, nutrición enteral
o parenteral adecuada. Puede estar en ayunas
hasta tres días por prueba diagnóstica, intervención
quirúrgica o con dieta sin aporte proteico.
Albúmina y proteínas con valores iguales o
superiores a los estándares de laboratorio.
1. Ocasionalmente incompleta: ocasionalmente
deja parte de la dieta (platos proteicos). Albúmina
y proteínas con valores iguales o superiores
a los estándares de laboratorio.

PREVALENCIA, INCIDENCIA

La prevalencia mide la proporción de personas de
una población que presentan UPP en un momento
determinado. La población de referencia puede ser
una unidad hospitalaria, varios hospitales, pacientes
en atención primaria, etc. Según datos del primer
estudio nacional de prevalencia de úlceras por
presión realizado en España por el Grupo Nacional
para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por
Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP) en 2002
(Torra i Bou et al, 2003b), las cifras actuales de prevalencia
de UPP son de un 8,34% de los pacientes
que reciben atención domiciliaria, de un 8,81% en
hospitales (en Unidades de Cuidados Intensivos la
prevalencia es del 13,16%) y de un 7,6% en centros
sociosanitarios. Se puede comprobar que la prevalencia
en UCI es más elevada que en otras unidades,
al igual que ocurre en otros países desarrollados.
Así, en EEUU esta prevalencia oscila entre el
3,5% y el 29,5%; en Holanda se sitúa en el 28,7%
(Bours et al, 2001).
Incidencia
La incidencia mide la proporción de personas de
una población que inicialmente no tenían UPP y
que las han desarrollado en un periodo de tiempo
determinado. Este indicador proporciona una
visión más real de la calidad de cuidados preventivos
en una unidad o en un centro sanitario concreto.
Los datos son muy variables entre países e
instituciones sanitarias, desde cifras tan elevadas
como un 46,6% en una residencia geriátrica
(Towey y Erland, 1988) hasta tan bajas como un
1,17% en un servicio de urgencias (Andersen et al,
1982). En España los estudios de incidencia ofrecen
datos algo mejores, entre un 16,6% en pacientes
ancianos hospitalizados (Pancorbo Hidalgo y
García Fernández, 2001) y un 8,2% en pacientes
quirúrgicos (Jürschik et al, 2000), aunque la mayo
ría de los estudios reportan cifras de prevalencia
debido a la dificultad de obtener indicadores de
incidencia.

ÚLCERA POR PRESIÓN

El mantenimiento de la integridad de la piel forma
parte de los cuidados básicos de los pacientes. Las
úlceras por presión (UPP) constituyen una alteración
frecuente de dicha necesidad básica. Se ha estimado
que las UPP podrían haberse prevenido en
un 95% de los pacientes en los que aparecen, por
tanto, dependen en gran medida de la calidad de los
cuidados que se presten. Por eso, la prevención de
lesiones dérmicas, sobre todo de las UPP, se utiliza
como indicador de la calidad de los cuidados de
enfermería. Las UPP deben considerarse una patología
yatrogénica; al ser fruto de una inadecuada
práctica profesional en muchas ocasiones, probablemente
tiendan a enmascararse. Los pacientes en
estado crítico son particularmente vulnerables al
desarrollo de UPP, aunque éstas, a la luz de los
conocimientos y de los recursos existentes, no
deberían considerarse consecuencia directa de la
estancia en el hospital, sino problemas evitables.

TRATAMIENTO DE LA ÚLCERA


a) Sistémico: incluye
- Nutrición calórico proteica adecuada.
- Aporte vitamina C, Zinc.
- Uso de Antibióticos por vía sistémica : solo indicado en casos de bacteremia y/o sepsis,
celulitis u osteomielitis; los gérmenes más frecuentes son bacilos gram (-), enterococo y
polimicrobiano.
b)
- la indicación de antibióticos tópicos y antisépticos en controvertido. Los antisépticos
locales como la sulfadiazina de plata obtuvo mejores resultados que la povidona yodada
en disminuir los recuentos bacterianos en las lesiones, pero no superior que la irrigación
con suero fisiológico. No se recomienda la aplicación tópica de povidona ya que
disminuye la posibilidad de cicatrización por poseer un efecto tóxico sobre los
fibroblastos.
- Eliminar el tejido necrótico: promueve la cicatrización y previene la infección. Cuando
está cubierta por una escara dura, se sugiere una evaluación para un debridamiento
quirúrgico.
- El uso de apósitos especializados, como los de poliuretano (Tegaderm) o de
hidrocoloide (Duoderm) facilitan la cicatrización cuando se aplican sobre úlceras
superficiales limpias y sin tejido necrótico. Acumulan líquido seroso sobre la herida y
permite la inmigración de células epiteliales. No tienen utilidad sobre úlceras
profundas.

Medidas locales:

Tratamiento.

DEFINICIÓN DE ÚLCERA POR PRESIÓN


Es la lesión de origen isquémico localizada en la piel y tejidos subyacentes, con pérdida de sustancia
cutánea, producida cuando se ejerce una presión prolongada o fricción entre dos planos duros y tiene, como
consecuencia, una degeneración rápida de los tejidos.